El impago de una factura, el incumplimiento de pago en un contrato, la reclamación de la indemnización a tu compañía de seguros, el impago de la mensualidad de tu inquilino, o el vicio oculto encontrado en tu coche de segunda mano, son solo algunas de las infinitas situaciones en las que no tenemos más remedio que ponernos en manos de un profesional para hacer valer nuestros derechos.
En términos sencillos, es un requerimiento interpuesto por el pago de una deuda incluyendo intereses, y la mora de la misma, pero ¿Cómo lo puedo reclamar?
Son varios los cauces que podemos utilizar para reclamar el importe que se nos adeuda:
Es el procedimiento empleado para reclamar cantidades superiores a 15.000 euros. Se trata de un proceso formal que requiere la presentación de la demanda la práctica de pruebas ante el juez. También es el cauce empleado para las demandas cuyo interés económico resulte imposible de calcular.
Se aplica para reclamaciones de menos de 15.000 euros, lo regula el artículo 250 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. También se ventila a través de este procedimiento los asuntos relativos a la posesión de un inmueble.
Es el más rápido y sencillo, y se utiliza cuando la deuda es líquida, vencida y exigible, y está documentada. Si el deudor no se opone, el tribunal dicta un auto que obliga al pago sin necesidad de un juicio completo.
Si quieres reclamar una cantidad, tras analizar tu caso trabajaré para que obtengas el mejor resultado posible, minimizando los costes que suponen acudir a la vía judicial, brindándote el mejor asesoramiento existente en materia de reclamación de cantidad.
Cada problema tiene solución. Contáctame para analizar juntos la mejor estrategia legal.